Hace 40 años mi padre estuvo destinado en este pueblo, después conoció a mi madre, de Buitrago, y algo más de esos 40 años después, no puedo dejar de pensar, al recorrer sus calles, de qué manera se han destrozado éste y tantos pueblos de la geografía española.
Pero vayamos por partes, para los que no conozcan Valdemanco les diré que es un pueblo que roza los 1.000 habitantes, que se encuentra situado en un entorno privilegiado, en plena sierra de la Cabrera y a los pies del Mondalindo, entre La Cabrera y Bustarviejo.
Al llegar al pueblo nos recibe el/los restaurantes plagado de coches de los que vienen a pasar el día, comer, echar una meadita, y volverse a la capital del reino, con especialidad de cabrito asado. El pueblo tiene inmejorables vistas, cuidadas aceras y algún monumento en granito.
Pero, una vez que comenzamos a pasear por sus calles, nos podemos imaginar el día a día de vivir en un pueblo como éste, con una comunicación deficiente con la capital, a escasos 60 km. Según el alcalde Maximino Baonza, en el Correo de Madrid, “luchando mucho con el Consorcio de Transportes hemos conseguido que nos metan unos micro buses que nos saquen hasta La Cabrera y poder enlazar con las líneas de Alsa que bajan a Madrid por San Sebastián de los Reyes y con parada en el Infanta Sofia. 4 en total al día.” Y añado, otra hora y media de recorrido hasta Plaza de Castilla (eso sin tráfico).
Un pueblo sin polígono industrial, lleno de camiones grúa y furgonetas de albañiles, ocupación tradicional de sus habitantes con fama en la Sierra, y sin embargo tienen uno de los pueblos más feos de la Sierra Norte de Madrid.
Al pueblo se lo han cargado entre todos, enterrando los contenedores en mitad de la calle (si, ya sé que venían con una subvencioncita, pero es un sistema caro e ineficiente, qué le vamos a hacer) y al lado de una de las cuatro fuentes protegidas (según el catálogo de las Normas Subsidiarias, sólo está protegida la iglesia, el potro y cuatro fuentes).
Otro detalle que vemos con las aceras en baldosa roja (¿a nadie se le ocurrió meter los cables por debajo?), en lugar del granito de las canteras existentes en el pueblo, seguro que serán del Plan-E, de tan ineficiente recuerdo, y por último por la falta de actuación del ayuntamiento, que no cumple sus propias normas.
Porque señores, tienen un desastre de pueblo, vehículos abandonados en las parcelas, con fachadas y medianeras sin tratar, (no , no vale la espumita amarilla, se pone marrón y se la comen los pájaros), con casas que parecen baños alicatados hasta el alero (de mármol), polideportivos monstruosos que se cargan la vista del pueblo, y con construcciones que son un peligro (por favor, no dejen que los niños pasen por debajo del edificio de la foto).
Según el Art 5.6.7.- Las medianerías que queden al descubierto, bien por realizarse edificación de diferente altura sobre pareces contiguas o medianeras, o bien por derribo de una de las construcciones, deberán tratarse como fachadas por el particular o propietario causante de su exposición a vistas, debiendo ser su tratamiento al menos por enfoscado o pintado. No admitiéndose el revestimiento de la misma con chapados metálicos, de fibrocemento, o de cualquier tipo de material no pétreo.
Tampoco cumplen muchas fachadas, de las que el art.5.6.14 de las NN.SS indica que ,”Las fachadas de edificación, vallados de parcelas, deberán enfoscarse en sus caras exteriores de forma que permitan la aplicación de pinturas, encalados, etc.. O bien ejecutarse exteriormente con ladrillo o elementos vistos cuando se realicen con materiales de buen aspecto, reducida conservación y colocación adecuada al entorno, …” El entorno es piedra, señores, piedra, piedra y más maravillosa piedra, que puede salir de cualquier cantera igual que el Dolmen de la plaza de Dalí, BIC junto al Palacio de los Deportes, llevado desde aquí en el año 1986.
Los carteles, menos el de la entrada del pueblo, destrozados, sin que se puedan seguir las rutas que se publicitan alrededor del pueblo.
Un paseo hasta la parte alta del pueblo, cerca del depósito del Canal de Isabel II, o por la vía sin uso (y sin reclamación visible en el ayuntamiento para que se vuelva a utilizar), nos permite ver los “cadáveres” que ha dejado la crisis, incluido el edificio abandonado junto al restaurante famoso (no un edificio abandonado no es un aparcamiento, y cualquier político debería saberlo), y otros muchos de fácil acceso para cualquier crío.
En definitiva, a pesar de las aceras, los monumentos, la gente que ocupa las calles un sábado por la tarde, lo que se observa en este pueblo es el abandono, las casas cerradas, los chalecitos de fin de semana, un colegio “agrupación” y un fantástico polideportivo con césped artificial y columpios nuevecitos (aunque sin niños, seguimos de fin de semana), creo que el pueblo se lo han cargado, o él sólo se estropeó.
No sólo no se han cuidado las actuaciones, si no que el Ayuntamiento no vela por que se cumpla la normativa urbanística (ni la de medio ambiente, si me apuran).
Según la Normativa para la conservación en las NN.SS. de Valdemanco, indicando que el ayuntamiento podrá imponer la ejecución de obras por razón de interés común, si un edificio es un peligro, ¿no hay interés en ordenar realizar las obras?
Si el autobús tarda hora y media en llegar a Madrid, ¿por qué no ponen una pancarta los políticos en la fachada del Ayuntamiento?¿Y la estación del ferrocarril, en una línea ya realizada, para cuándo?
Si el pueblo es un desastre, ¿no son igual de culpables los habitantes, muchos buenos albañiles y constructores, que sus dirigentes, de su inacción o su incapacidad? Veremos si responden matando al mensajero, como algunos en el Atazar.
Santiago Durán García
Arquitecto Técnico (UPM)
MDI Máster En Dirección Inmobiliaria (UPM)
EEM Gestor Energético Europeo (UPM European Energy Manager)
M. 618.519.717
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