¿Se imaginan cuadros como las Meninas, El Jardín de las Delicias del Bosco ó cuadros de Durero, Rubens y Brueghel, hasta un total de 500 obras, perdidas en un incendio?
La Nochebuena de 1734 un tremendo incendio devoró el antiguo Alcázar de Los Austrias, situado donde hoy podemos ver el Palacio Real, en la cornisa del Manzanares. Inútiles fueron los esfuerzos, durante cerca cuatro días, para salvar el edificio, ni a las 500 obras de arte que allí perecieron, entre ellas varios cuadros de Diego Velázquez.
El Alcázar de Madrid era un símbolo de la dinastía de los Austrias anterior a la reinante de los Borbones, un alcázar herreriano, espartano en su exterior, un castillo reconvertido en palacio pero oscuro e incómodo para el rey Felipe V, acostumbrado a los palacios y jardines de su Abuelo, el Rey Luis XIV.
Era un edificio reformado una y otra vez, desde sus orígenes como fortaleza musulmana del siglo IX, que fue empleada a modo de ciudadela del la antigua Mayrit.
El principal edificio de Madrid, el Real Alcázar, fue usado por los reyes castellanos para celebrar las Cortes del reino y, posteriormente, con la dinastía Trastámara, como residencia ocasional de la familia real.
Como muchos de los Castillos y palacios que se conservan, las primeras residencias nobiliarias fueron originalmente Castillos o edificios defensivos, que se fueron transformando y adecuando sus muros a estancias es con lo exigido por la vida de la ejemplo de esto sería el Alcázar de {Lo que en origen fue una fortaleza, tras la conquista de Madrid por los Trastámara se convirtió en un castillo para posteriormente acabar siendo el palacio de los Austrias españoles.
ALCÁZAR MUSULMÁN
El primer asentamiento árabe en Magerit se sitúa a finales del siglo IX, Se trataba de una primera atalaya militar en un conjunto rocoso sobre el río, que tenía como misión controlar el paso a las tropas castellanas en su camino hacia Toledo. La alcazaba musulmana fue fundada entre los años 850 y 856 por el emir Muhammad.
Existen pocas alusiones a la ciudad por parte de los cronistas árabes de la época, lo que hace pensar en que no sería una gran urbe, pero existe una crónica de al-Himyarl quien considera a su castillo como una de las mejores construcciones defensivas de al-Ándalus.
El edificio del Alcázar, junto con la muralla musulmana y cuatro torres de vigilancia constituían las piezas defensivas de la ciudad, formando un conjunto sobre el río Manzanares. La construcción debía ser homogénea con la muralla, siendo el Alcázar el centro de la urbe, saliendo la muralla desde un extremo, rodeando la almudayna y a la medina para cerrarse contra los muros del Alcázar. Siguiendo la tipología de este tipo de construcciones árabes, la planta de la alcazaba era cuadrada con un patio central en el interior coronado al sur por la torre del Homenaje.
El CASTILLO TRASTÁMARA
La conquista de la ciudad por los cristianos, se produjo de una manera pacífica en 1085, pactada por el monarca castellano Alfonso VI. El Alcázar evoluciona a partir de su diseño original militar. Las primeras transformaciones del Alcázar se realizaron cuando los reyes cristianos empezaron a vivir en él. Los primeros fueron Pedro I y Enrique III, en el siglo XIV, con obras de reforma para hacerlo más confortable y adecuado al estilo de vida de la corte castellana, por lo que fue perdiendo su carácter de fortaleza para ir introduciendo elementos palaciegos, levantando algunas torres.
Los reyes de Trastámara fueron incorporando el Alcázar entre sus sedes favoritas, debido a su proximidad con la sierra de Guadarrama, y en especial al Monte del Pardo, que por su gran valor cinegético atrajo a los monarcas de la familia Trastámara. Cuando en 1388, Enrique III se casó con su prima Catalina de Lancaster eligió el Alcázar de Madrid para las celebraciones posteriores a los esponsales. Posteriormente tuvo que acometer obras de restauración después de un importante incendio. Años después la boda de Enrique IV con Juana de Portugal también se celebró en el Alcázar, y en 1462 nació en el mismo edificio su única hija, Juana la Beltraneja.
El Alcázar iba cobrando peso como un castillo importante donde se reunieron las Cortes de Castillas, por lo que a partir de entonces se incorporó el apelativo de Real en el topónimo del castillo, indicativo éste de su uso exclusivo de la monarquía castellana. Juan II en 1434, reforma el Alcázar conservando la organización de planta cuadrada con el patio en el centro, torres cuadradas en las esquinas y torres semicirculares en los lienzos y un gran patio central según la tradición castellana
Las reformas realizadas en este momento sirvieron para liberar espacio en todo el ala este para situar la capilla en la mitad de dicho ala en la planta primera. Dicha capilla, importantes dimensiones respecto a la edificación (19,5 x 7,8 m), estaba formada por una nave única, dividida en dos tramos por un arco toral con una cúpula de racimos de mocárabes apoyadas en trompas. Otra obra fue la reparación de la Sala Rica, restaurando la decoración mudéjar original, realizada a base de yeserías, con los techos de una estructura de par y nudillo.
Durante la guerra de sucesión entre la Reina Isabel y Juana la Beltraneja, el Alcázar tuvo un papel predominante, ya que fue tornado por el Marqués de Villena, aliado de Juana, hasta que en 1477 los Reyes Católicos recuperaron el Alcázar, estableciéndose durante temporadas largas en el mismo.
CARLOS V, LA PRIMERA AMPLIACIÓN
Después de la batalla de Pavía de 1525, Francisco primero fue traído prisionero a Madrid pasando parte de su arresto en el Alcázar de Madrid, donde estuvo entre noviembre de 1524 y abril de 1525. En 1536, Carlos V, decide ordenar una importante transformación, para ello, en 1537, nombra a Luis de Vega y a Alfonso de Covarrubias como maestros mayores, y les hace responsables de la dirección de los Sitios Reales, los Alcázares de Toledo y Madrid.
A partir de que Madrid asuma la capitalidad en 1561, el Alcázar es Sede de la Corte y del aparato burocrático.
En Madrid las obras empezaron con la regularización del patio central. Para ello se construyeron nuevos corredores sobre los existentes sin modificar la estructura, pero añadiendo un nuevo estilo renacentista a sus elementos. La zona del patio situada al este, donde se encontraba la escalera y la capilla, se convirtió en el eje del nuevo palacio, ampliándose toda la edificación hacia el levante con la construcción de un nuevo patio (que se denominaría de la Reina) de proposiciones similares al anterior. Por lo que el volumen constructivo del Alcázar se transformó en el doble de lo ya existente. Podemos situar cronológicamente las intervenciones realizadas bajo la dirección de Luís de Vega, para la ampliación del Alcázar.
- 1536-1539, En el palio del Rey se realizan corredores techumbres y dos cisternas abovedadas en el patio.
- 1540 construcción de la escalera
- 1540 Se construyó et ala oeste del patio de la Reina, una vez hecha la escalera se deberá proceder a derribar un lienzo completo de Muralla para continuar el patio. Esta primera galería debió acabarse en 1542 Se reestructura el ala sur el zaguán y la sala de fa Emperatriz.
- 1547-1554 se realizó la demolición de la muralla musulmana que impedía la construcción del patio de la Reina, este conjunto debía entregarse el 15 de agosto de 1551,
- 1555-56 se construyeron dos nuevas cisternas en este patio.
- 1560 se acabó de adecentar el patio de la Reina, blanqueando las paredes, dándose por acabada la construcción del patio de la Reina
La construcción de las cisternas en el patio, nos indican el carácter de fortaleza del palacio, ya que debían mantener en funcionamiento los sistemas de autoabastecimiento. En el grabado de Wyngaerden se puede seguir comprobando como la edificación seguía manteniendo su carácter defensivo con sus torres, muros gruesos y pequeños huecos, y su situación aupado en la colina sobre el río.
En 1556, una vez que la obra del patio estaba suficientemente avanzada, se empezó con la construcción de los nuevos aposentos, el cuarto de San Gil, y en 1558 el cuarto del Cierzo y se comenzó una nueva torre de la Reina, en la misma ubicación de la anterior.
El ALCÁZAR DE FELIPE II
La aportación de Felipe II al Alcázar fue la creación de un nuevo aposento real sobre el río y la construcción de la Torre Dorada entre sus muros, varias casas reates, principalmente la de Felipe II, pero también las de la reina Isabel de Valois, fuego la de Ana de Austria, la casa de Don Carlos (que muere en 1568) y la de los Infantes, además de que también vive en Madrid Juana, la hermana del rey (que muere en 1575).
Felipe II crea la Torre Dorada -eco de la arquitectura que había visto durante su viaje por los Países Bajos- y la galería sobre la fachada sur, que, aunque aumentaban la comodidad del edificio, rompían la simetría de aquel lado que era el principal. Las obras, que se extendieron desde 1561 hasta 1598, fueron dirigidas inicialmente por Gaspar de la Vega, y después por Juan Bautista de Toledo, arquitecto de El Escorial, que levantó un torreón rematado con un chapitel de pizarra similar a los usados en el propio Escorial.
Además se fue produciendo la trasformación del Castillo progresivamente, ya que en sus dependencias debía albergar numerosos servicios del gobierno de la Villa y de la Corte, por to que la planta baja del patio del rey era un bullir constante de cortesanos y comerciantes. Esto hizo que tas obras que se acometieron en esta época, se encaminaron principalmente a la adecuación de los apartamentos para todos los estamentos precisos, dejando a un lado todas las obras encaminadas al embellecimiento del palacio, y se produce una ampliación del apartamento de la reina, que llegará hasta la torre del bastimento, que pasará a llamarse fa torre de la reina. En 1563 Juan Bautista de Toledo amplía el Cuarto de damas y se hace una reforma de diversos apartamentos regios. Así como de las escaleras de comunicación entre ros diferentes pisos y apartamentos. En 1570 se realizan obras de conservación y de mantenimiento de albañilería, armaduras y solados en diversas estancias, como en el zaguán, y en las galerías, renovándose los embaldosados y azulejos, limpiándose los techos y muros de las salas mudéjares y de la capilla, pero siempre conservando el carácter utilitario que habla impuesto Carlos V a sus residencias. En pleno Renacimiento 1560, la decoración no había renovado en su carácter castrense, encontrándose en todo el Alcázar exclusivamente sólo dos pilares de mármol blanco. La única construcción nueva de este momento es una torre de cinco metros de alto en el extremo norte del ala de la escalera, donde se alojará el reloj.16 Al final de siglo en 1585 se realizó una terraza sobrealzada en la fachada oeste sobre el río, para lo cual se tuvo que realizar un zócalo estructural que posteriormente se aprovecharía para acoger unos aposentos. Dichas estancias serán utilizadas por Felipe II cuando la enfermedad de «la gota» no le permitía moverse; estableciendo allí su aposento, complementado con un oratorio privado y una sala para reunir al Consejo Real.
Santiago Durán García
Arquitecto Técnico (UPM)
MDI Máster En Dirección Inmobiliaria (UPM)
EEM Gestor Energético Europeo (UPM European Energy Manager)
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