Tal vez a algunos les suene el Yacimiento Arqueológico de Atapuerca, también llamado Cuna de la Humanidad por la cantidad y calidad de fósiles de todas las épocas encontrados en el yacimiento, que sigue deparando sorpresas.
Lo que no es tan conocido es que la trinchera que provocó el yacimiento es actualmente una de las vías verdes acondicionadas menos conocida, que compagina patrimonio natural, histórico y culinario.
En este artículo les presentamos una escapada a pocos kilómetros de la Sierra Norte de Madrid, un recorrido parecido en algunos tramos a recorrer el Hayedo de Montejo, pero en otra sierra, al este de Burgos, la Sierra de la Demanda.
UN POCO DE HISTORIA
La minería en la Sierra de la Demanda ya se desarrollaba en el siglo XV, si bien fue en el siglo XIX cuando la extracción de hierro tuvo su máximo apogeo. Según dicen los lugareños, la industria del hierro de la Sierra de la demanda ha sido conocida desde hace siglos en toda la provincia de Burgos.
La vida del ferrocarril minero de la Sierra de la Demanda es la historia de un sueño roto, la empresa inglesa The Sierra Limited Company, obtuvo en 1895 la licencia para construir un ferrocarril que uniese las minas de la Demanda con Burgos y trasladar el mineral hasta Bilbao, así como prestar servicio de viajeros. En el 1896 consigue la autorización para construir un ferrocarril y en 1901 se inaugura el trayecto.
Apenas llegó a funcionar hasta 1904 dado que no era rentable. La aparición de yacimientos de hierro en Vizcaya y otros problemas de la empresa provocaron el cierre de las minas y la clausura del ferrocarril, en el año 1910.
En 1920 se intentó recuperar el servicio por la compañía Minas y Ferrocarriles de Burgos, que realizó distintas obras, también en vano. Las dos locomotoras abandonadas en las vías fueron vendidas en 1941. Y finalmente, en 1947 se desmantelan las vías y cae en el abandono. A principios del siglo XIX nace la idea de convertir parte del trazado del tren en una vía verde para caminantes y ciclistas, que se inaugura en el año año 2004.
RECORRIDO DE LA VIA VERDE
El inicio de esta ruta está a unos escasos doce kilómetros de los nombrados Yacimientos de Atapuerca, cerca de la que fuera la antigua estación del municipio de Arlanzón. Desde allí, y tras cruzar el puente del río, el trazado se adentra en una zona llena de robles y pinares, pastos y campos de cultivo, camino al embalse de Arlanzón.
En torno al kilómetro 6 el paisaje se abre un poco antes de cruzar la carretera de Urrez, pueblo limpio y cuidado, que recibió en el año 2000 el Primer Premio del concurso de Conservación del Patrimonio Urbano Rural de La Diputación de Burgos.
Seguimos ascendiendo y vemos a la izquierda el pueblo de Villasur de Herreros, donde se puede visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, se muralla medieval, el puente románico sobre el río Arlanzón, y el Museo del Tren Minero, situado en la antigua ermita de San Roque, con un centro de interpretación de las actividades mineras y forestales, fundamentalmente relacionadas con la construcción del ferrocarril Hacia el kilómetro 10, nos topamos con una rampa que nos obligará a echar pié a tierra por el elevado desnivel, para salvar un túnel y trinchera hundidos y todavía no recuperados.
En el Alto de la Resalada, en el kilómetro 12, dejamos a la derecha una serie de lagunas que se crearon por embalsamiento de agua cuando se construyó el ferrocarril.
A los 13 kilómetros alcanzamos el punto más alto de esta parte del recorrido, a 1200 metros. A partir del cual un suave descenso nos va acercando a las aguas del embalse del Arlanzón.
Al final del embalse se empieza a ascender suavemente pasando por una zona donde el río Arlanzón se encajona en un cañón bastante pronunciado, que no se puede disfrutar desde la carretera hasta llegar al valle de Pineda de la Sierra.
El pueblo es parada obligatoria por la calidad y cantidad de restaurantes, además de que posee una joya del románico burgalés: la iglesia de Santa Juliana. Sería imperdonable abandonar el pueblo sin visitarla. La Casona y la Casa de la Villa, además de hacer al visitante saltarse las lágrimas con la olla podrida, entre otros manjares, son un buen punto de partida para visitar la Vía verde por su situación en mitad del recorrido, con dos paisajes distintos pero impresionantes hacia cada extremo de la vía.
Poco a poco, el paisaje se va abriendo mientras que la pendiente se va haciendo cada vez más empinada.
Hacia el km 30 el paisaje se vuelve a cerrar y la vía llega a un punto con un fortísimo desnivel entre una mancha de hayas, hemos pasado por un bosque de hayas espectacular y ahora toca sufrir. Este trazado es una alternativa al hundido túnel del puerto del Manquillo. Como la obra no dispuso de mucho presupuesto (unos diez millones de pesetas de la época), los ingenieros tuvieron que ingeniárselas para salvar los obstáculos que le imponía el abrupto relieve sin túneles ni viaductos, de modo que la vía hubo de adaptarse al relieve, retorcerse con él y ganar altura sumando kilómetros. El túnel que salvaba el puerto está cerrado por derrumbamiento, y no hay más remedio que ganar el puerto por una pista con una fuerte pendiente, mejor disfrutarla andando. Y finalmente alcanzamos el puerto del manquillo a más de 1400 metros de altitud.
A partir de aquí empieza uno de los tramos más espectaculares del recorrido. Un suave y largo descenso por la ladera del monte nos permite descender por un tupido bosque de robles y hayas.
Pasados unos cinco kilómetros el bosque se abre bastante y nos dirigimos hacia el norte para salvar el ancho valle del río Valdorcas, lo cual acabamos haciendo gracias a una pasarela metálica pintada en rojo.
Al otro lado del valle observamos el caserío de Riocavado de la Sierra, presidido por su iglesia románica y poco después, siempre cuesta abajo, llegamos a la altura de Barbadillo de Herreros.
Rodeamos el pueblo mediante una amplia curva, en donde nos encontramos con un túnel practicable protegido por unas vallas que impiden el acceso del ganado
Al otro lado descubriremos los restos de la antigua ferrería junto al río Pedroso; y volviendo hacia el sur nos acercaremos de nuevo a las casas de Barbadillo.
Sobre el kilómetro 46 cruzamos la carretera Barbadillo-Monterrubio coincidiendo más o menos con el final del descenso (estamos a 1130 m. de altura).
Pasamos junto a la aldea de Bezares, en el Km. 50, para llegar en dos kilómetros al final del recorrido, situado en el área recreativa “La Pradera”, cerca del municipio de Monterrubio de la Demanda, con imponentes ejemplares de hayas que circundan el camino.
La adecuación de un camino municipal ha permitido enlazar la Vía con el pueblo de Monterrubio.
Al final, nos llevamos la impresión de haber disfrutado de un recorrido con paisajes espectaculares y cambiantes, pantanos, bosques de hayas y robles, que nos recuerdan nuestro familiar Hayedo de Montejo, pero a lo largo de 54 Km desde el inicio del recorrido.
Una zona que nos muestra como los pueblos se pueden unir por vías verdes, senderos, o caminos históricos como el Canal de Castilla, fomentando una actividad para toda la familia que podría ponerse en marcha en la Sierra Norte de Madrid, con la que esta zona comparte muchas similitudes.
¿Para cuándo tendremos una Vía verde del Lozoya, una Rinconada en bicicleta para la familia, o cuándo podremos recuperar y señalizar los caminos históricos entre los pueblos para pasear o ir en bici?
Como ciudadanos, nuestra fuerza es reclamar activamente a nuestros ayuntamientos que habiliten, cuiden y señalicen estos caminos.
¿Se lo han pedido ya por escrito a su ayuntamiento?
BIBLIOGRAFIA
http://tierrasdeburgos.blogspot.com.es/2009/10/libros-ferrerias-de-la-sierra-de-la.html
http://tierrasdeburgos.blogspot.com.es/2010/03/libros-el-ferrocarril-minero.html
Grupo de Acción Local Sierra de la Demanda (www.sierradelademanda.com)
Santiago Durán García
Arquitecto Técnico (UPM)
MDI Máster En Dirección Inmobiliaria (UPM)
EEM Gestor Energético Europeo (UPM European Energy Manager)
T/f 918.433.646 M. 618.519.717
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