Aunque se desconoce a ciencia cierta los orígenes de la trashumancia, parece que se remonta a tiempos prehistóricos, cuando los pastores nómadas trasladaban sus ovejas en busca de nuevos pastos.
Los primeros antecedentes se establecen durante la dominación romana, alcanzando su máximo esplendor en las Normas para los Reinos de Levante (de Aragón, Cataluña y Valencia) y en el Honrado Concejo de la Mesta, para la Corona de Castilla.
En 1273 se crea el Honrado Concejo de la Mesta y las cañadas comienzan a ser un elemento clave en el desarrollo de la trashumancia castellana, una época de esplendor ganadero que duró hasta fines del siglo XVIII. Durante esta época, se concedieron una serie de privilegios y ordenanzas, como los relativos al tránsito del ganado por las cañadas y los términos municipales, y al disfrute de pastizales.
En 1836, tras cincuenta años de agonía, el Consejo de la Mesta es sustituido por la Asociación General de Ganaderos.
Poco a poco, y en vista de que las vías pecuarias van desapareciendo a causa de las intrusiones y las usurpaciones, alentados por la tolerancia de las autoridades locales y por la impunidad que gozaban, se aprueban una serie de Reales Decretos donde se consideran las vías pecuarias como bienes de dominio público, produciéndose posteriormente la centralización administrativa de las mismas.
La actual legislación vigente (Ley 3/1995 de 23 de Marzo de Vías Pecuarias) determina que son BIENES DE DOMINIO PÚBLICO DENTRO DE LAS DISTINTAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS y que éstas son las “encargadas de su gestión y administración, debiendo garantizar, preferentemente, el tránsito del ganado junto con los demás usos compatibles y complementarios, realizando tantas acciones sean oportunas”.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA
La existencia de la Mesta se alargó más de cinco siglos, que comprenden tres etapas bien diferenciadas:
ETAPA DE FORMACIÓN DE LA MESTA (1273 – 1473)
Desde los primeros tiempos los pobladores de la península se vieron obligados a practicar el pastoreo nómada como consecuencia del medio físico, la periodicidad de los pastos, la climatología y otros factores.
La mesta, con anterioridad a 1273, existiría como una iniciativa de los propios ganaderos para velar por sus propios intereses. Sin embargo, hasta la promulgación de los privilegios de Gualda (Guadalajara) en 1273 por Alfonso X el Sabio, éstos no obtienen el reconocimiento jurídico, con el nacimiento del nacimiento del Honrado Concejo de la Mesta.
Antes de esta fecha, las instituciones de poder de la época, iglesia y nobleza, se convierten en grandes propietarios de ganado y tierras convertidas en pastos. Los conflictos de intereses entre agricultores y ganaderos, o de ganaderos entre sí son muy frecuentes y los monarcas de la época han de intervenir dictando una serie de disposiciones que favorecen la ganadería y la trashumancia.
Entre los privilegios otorgados por Alfonso X se definen las cañadas, estableciéndose su anchura (90 varas castellanas) y creándose la figura de los Alcaldes Entregadores que tienen la función de garantizar el libre tránsito ganadero por éstas.
Una red de cañadas y caminos pecuarios, bien organizada y defendida, permitió a partir de este momento el desarrollo de la trashumancia de largo recorrido. El tráfico trashumante, mediante el pago de tributos, garantizaba importantes ingresos a la Hacienda Real.
Estas cañadas y vías pecuarias se identifican gracias a algunos documentos medievales, que atestiguan la imposición de ciertos gravámenes a los ganados trashumantes al pasar por determinados lugares, lo que indica el uso de unos caminos fijos, que hacia finales del siglo XII recibieron el nombre de cañadas.
Con el nacimiento de una ganadería que sobrepasa la escala local, comienza la necesidad de celebrar reuniones de ganaderos para separar ganados mezclados de distintos propietarios, establecer normas, y velar por los intereses del conjunto. Estas reuniones constituyeron los antecedentes de la Mesta.
La creación y el establecimiento de la Mesta en 1273 suponen el final de la evolución de un pastoreo primitivo hasta una TRASHUMANCIA ORGANIZADA DE LARGO RECORRIDO.
ETAPA DE PLENITUD (1473 – 1786): MÁXIMO ESPLENDOR
El reinado de los Reyes Católicos (1474 – 1516) supuso el empuje definitivo para que la Mesta se situase como una de las más importantes entidades socioeconómicas. La situación fiscal y tributaria de los ganaderos y reses trashumantes sufrió una regularización en la que abolieron los numerosos impuestos locales considerados como injustos, instaurándose nuevos gravámenes iguales para todo el Reino. En 1501 se realizó la concesión conocida como LEY DE POSESIÓN, según la cual toda la tierra en la que estuviesen reses trashumantes era destinada en adelante al pastoreo.
CARLOS V (1516 – 1556) mantiene los privilegios otorgados a los ganaderos. “El reinado de los Reyes Católicos y el del gran Emperador situaron a la Mesta en la cumbre de su prestigio, en la política agraria de Castilla. Eran fomentados por edictos reales, puestos en práctica por los funcionarios de la Corona”.
Durante las primeras décadas del siglo XVI, los monarcas demostraron una especial solicitud en la protección de cañadas, y prohibiendo entorpecimientos que pudiesen oponerse al paso de ganado entre las tierras cultivadas. Sin embargo los enfrentamientos entre propietarios de tierras agrícolas y los funcionarios de la Corona, defendiendo la integridad de las vías pecuarias en unos casos o extendiéndolas en otros, se volvieron cada vez más comunes.
A finales del siglo XVI, en plena crisis económica de la Corona, comienza la decadencia de la Mesta. A pesar de haber descendido en casi un millón el número de cabezas trashumantes, el negocio de la lana aún resulta rentable.
Sin embargo a lo largo del siglo XVII la decadencia se agudiza. Los propietarios de pequeños rebaños son los más afectados , y parte de las vías pecuarias se destruyen, abandonan o roturan, volviendo a cultivarse.
ETAPA DE DECADENCIA (1786 – 1836):
Durante la Ilustración, en el modelo económico español prima la agricultura sobre la ganadería. Comienza la exportación de la oveja merina y el final del monopolio de la exportación de la lana.
No es hasta después de la Guerra de Sucesión (1701 – 1714) cuando empieza a recuperarse la actividad ganadera trashumante en España. FELIPE V Y FERNANDO VI suponen una ratificación de los distintos privilegios de la Mesta. Y el número de rebaños trashumantes aumenta hasta alcanzar el máximo de millones de cabezas a mitad del siglo XVIII.
Con el reinado de CARLOS III, llegan las ideas de la Ilustración a España, por las que se prima un modelo económico basado en la agricultura; la Mesta sufre desde entonces un proceso de desmantelación. En 1812 las Cortes de Cádiz terminan con los privilegios otorgados a la Mesta. Las revueltas campesinas en contra de ésta, junto con la exportación de grandes cantidades de ovejas merinas, terminaron con lo que quedaba de la ganadería trashumante.
Con la REAL ORDEN DE 31 DE ENERO DE 1836, LA MESTA ACABÓ SIENDO ABOLIDA y se creó la ASOCIACIÓN GENERAL DE GANADEROS DEL REINO, encargada de la defensa y el fomento de la ganadería.
Para entonces, y a pesar del gran número de intrusiones y roturaciones producidas en los años anteriores, en la red de vías pecuarias quedaba configurado el trazado de NUEVE CAÑADAS REALES DE LARGO RECORRIDO, que se recogen a continuación.
Santiago Durán García
Arquitecto Técnico (UPM)
MDI Máster En Dirección Inmobiliaria (UPM)
EEM Gestor Energético Europeo (UPM European Energy Manager)
M. 618.519.717
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