Muy cerca del hayedo de Tejera Negra, en la zona de la Sierra de Ayllón, se encuentra uno de los castillos en riesgo que aparece en la LISTA ROJA DEL PATRIMONIO, una iniciativa de la Asociación Hispania Nostra, es el Castillo de Zúñiga, en GALVE DE SORBE ( GUADALAJARA).
Esta Lista recoge “aquellos elementos del Patrimonio Cultural Español que se encuentren sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, al objeto de darlos a conocer y lograr su consolidación o restauración”. Se presenta esta iniciativa con la máxima de John Ruskin (1819-1900), “Cuidad de vuestros monumentos y no tendréis necesidad de restaurarlos”.
EL CASTILLO
Aparece documentado en el sXVI, según la web de la Asociación Española de los Castillos.
Una vez concluida la reconquista de la Transierra Castellana, Galve pasó a formar parte del Común de Villa y Tierra de Atienza, siendo en el siglo XIII propiedad del infante Don Juan Manuel, quien levantó el primitivo castillo cristiano sobre el anterior, de origen musulmán.
En el siglo siguiente, el castillo pasó a pertenecer a la Corona, y en 1354 el rey Don Pedro I el Cruel dio Galve a Iñigo López de Orozco.
Un descendiente del Justicia Mayor del Reino, Don Diego López de Estúñiga, levantó en 1468 el castillo actual, que permaneció en la familia hasta mediados del siglo XVI, cuando lo compró Doña Ana de la Cerda, viuda de Don Diego Hurtado de Mendoza. Ya en el siglo XVIII, por diversos enlaces y herencias familiares, pasó a la casa de los duques de Alba, que, entre otros muchos ostentan hoy el título de Condes de Galve.
En 1971 el castillo pasó a propiedad del Estado y éste se deshizo de él mediante subasta pública.
Tras ofrecérselo al Ayuntamiento de Galve, y que éste lo rechazara, la Delegación de Hacienda lo subastó en Guadalajara junto a otros seis monumentos de la provincia. Fue adjudicado por 1,4 millones de pesetas a Carlos Junqueras de Miquel, un empresario de origen catalán.
RESTOS EXISTENTES
El castillo, edificado en el siglo XV por la familia de los “Estúñiga”, es uno de los edificios de mayor valor histórico y artístico de la Sierra de Guadalajara, pese a encontrarse en un avanzado estado de degradación. Igual que todos los castillos de España, está declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Del castillo original resiste la torre del homenaje, diversas cortinas o lienzos de muralla y sus torreones cilíndricos, con bóvedas de cantería, un aljibe y ortos restos subterráneos. El resto, en especial los torreones cuadrados y la puerta de la torre angular sur, es una reconstrucción.
Los elementos arquitectónicos más destacados que conserva son parte de una torre de aparejo toledano, a base de bandas de ladrillo, desmochada y otras edificaciones más bajas anejas. La torre, semicircular al exterior y recta en el interior. También tuvo otra torre de la que únicamente se conserva la base.
Su torre del homenaje es, según el Dr. Layna Serrano, cronista provincial, “la más bella de las conservadas en los desmochados castillos de la provincia”. Se compone de cinco plantas con escalera y escudos de los Estúñiga al exterior. Es de planta cuadrada y con escaragüaitas, que son pequeños torreones cilíndricos que nacen en la última planta. En la tercera planta hay que resaltar la chimenea, que tiene 10 metros de lado. La planta baja guarda dos saeteras, en la primera dos ventanas con alfiz enmarcando el escudo, un gran ventanal en la tercera y pequeña ventana geminada en la cuarta, que se cubre con bóveda de cañón de sillería. También son dignos de mención las murallas y los fosos.
ESTADO ACTUAL
Según la ASOCIACION AMIGOS CASTILLO DE GALVE, una fue vendido a su actual propietario, Enrique Calle Donoso, éste efectuó una serie de obras a finales de la década de los setenta y principios de los ochenta, una intervención irregular realizada sin la participación de técnicos en patrimonio ni arqueólogos.
Estas obras permitieron la reconstrucción parcial de uno de los muros exteriores adosados a la Torre del Homenaje, pero también supuso la introducción de materiales inadecuados, como ladrillo, una la edificación de muros de hormigón y estancias en el interior (incluida una almena de uralita en la Torre del Homenaje) sin respetar las características originales del edificio, ni ningún criterio de restauración, muy poco respetuosas con la arquitectura original del castillo.
El Ministerio de Cultura decidió parar las obras y a partir de entonces el castillo inició un decadente abandono, deterioro y acumulo de suciedad que continúa cada año. El propietario se ha desentendido del edificio y, aunque el castillo no se encuentra en fase de ruina inminente, sí sufre un estado de degradación, que incluye: desprendimientos en los muros exteriores, la acumulación de basura, detritos y materiales de todo tipo en el interior, muros derruidos, puertas y sillas viejas, maleza en el patio interior, vigas destrozadas, tablas de madera carcomidas, escaleras rotas…etc.
Así está, las intervenciones irregulares se han desmoronado, los forjados metálicos, oxidados, los techados de uralita, perforados, y los muros de ladrillo hueco han ido desmoronándose, dejando indefensa la obra histórica, que empeora con cada temporada de lluvias, como se ve en las fotos interiores.
Actualmente, se encuentra en fase de abandono, que no de ruina avanzada, pero sí sufre un estado de degradación que incluye “desprendimientos en los muros exteriores y la acumulación de bazofia y materiales de todo tipo en el interior: muros derruidos, puertas y sillas viejas, maleza en el patio interior, vigas destrozadas, tablas de madera carcomidas, escaleras rotas…” |
En el año 2010, y ante los requerimientos de la Delegación Provincial de Cultura, el dueño presentó un proyecto de rehabilitación del castillo. Los técnicos de Patrimonio de la Junta rechazaron el documento y solicitaron al propietario a subsanar los errores que contenía, y ampliar los puntos que faltaban. El proyecto acabó frustrándose.
A principios del año 2011, la Junta de Castilla-La Mancha decidió incoar un expediente de sanción al dueño, por incumplimiento de la legislación y por su actitud obstruccionista. El expediente acarrearía una sanción económica, y se tramitaría por vía administrativa y judicial y podría desembocar en una futura expropiación del edificio.
No se tiene constancia de cómo terminó este expediente, pero en enero de 2014, el delegado de la Junta en Guadalajara afirmó que quería “reimpulsar” este expediente y reconoció que durante los últimos tres años no se había avanzado nada. Como siempre, no hubo responsables de la dejadez. Sólo las manifestaciones como la de Rodea el Castillo de Galve, también en el año 2014, han conseguido que la administración reaccione.
En el año 2015, y según informaciones recogidas en el diario ABC, El Castillo es propiedad del empresario Enrique Calle Donoso, si bien el año anterior había traspasado la titularidad del inmueble a una sociedad denominada “Solana de Galve SL”, administrada por dos de sus familiares. Con este cambio de sociedad, el dueño consiguió lo que pretendía: “librarse de la sanción que le iba a imponer el Gobierno regional”, La Asociación Castillo de Galve pide ahora que el propietario del edificio sea sancionado con contundencia y al amparo de lo que estipula la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha: “No se trata de sancionar al dueño como castigo. Lo que buscamos es que la sanción sirva para disuadirle en su actitud negligente con relación a la conservación del edificio”.
La Asociación, de un municipio con 103 habitantes (2016), exige que” se cumpla la legislación y se evite la ruina del castillo, ya sea mediante una restauración integral o, al menos, una rehabilitación que garantice el futuro del edificio”.
Fíjense, todo un pueblo de 103 habitantes, dando la batalla por su Castillo, el de sus padres y abuelos.
El artículo 23 de la vigente Ley de Patrimonio Histórico de Castilla-La Mancha señala lo siguiente: “Los propietarios, poseedores y demás titulares de derechos reales sobre bienes integrantes del Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha están obligados a conservarlos, cuidarlos y protegerlos adecuadamente para asegurar su integridad y evitar su pérdida, deterioro o destrucción”.
Es ante situaciones como esta en las que hay que destacar la labor que está realizando actualmente la Comunidad de Madrid y especialmente el Ayuntamiento de Buitrago (que participa en un 25% del presupuesto) en restauraciones respetuosas y bien dirigidas por especialistas, como la que actualmente se están realizando en el Castillo de Buitrago del Lozoya.
Si conocen algún monumento en riesgo de deterioro o destrozo, pueden denunciar el caso en asociaciones como la Asociación Hispania Nostra – Lista Roja del patrimonio Español y en la Asociación Española de Amigos de los Castillos
Santiago Durán García
Arquitecto Técnico (UPM)
MDI Máster En Dirección Inmobiliaria (UPM)
EEM Gestor Energético Europeo (UPM European Energy Manager)
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