He titulado este artículo como “LOS OKUPAS” o lo que hacen los okupas, con “ka”, porque hay que diferenciar al que entra en una vivienda por que no tiene donde estar, al que vive en la calle y necesita de un techo, del profesional, el okupador, el que sale de una vivienda y entra en otra.
Este espécimen se dedica a la okupación como una profesión, desbarata, rompe, arranca y destroza un inmueble, da igual que sea de un banco, de un rico o de un particular.
Por mi propia experiencia, puedo decir que un inmueble es el resultado de muchos esfuerzos, del trabajo de muchos trabajadores, una labor sacrificada que se realiza sin refugio de las inclemencias climatológicas, por profesionales que sólo intentan que su trabajo quede lo mejor posible.
En muchas ocasiones estas viviendas no se han vendido, no ha casado la oferta con la demanda, no ha habido comprador que haya querido adquirirlas; bien por precio, bien porque las circunstancias económicas le llevaban a echarse atrás; bien porque las entregas, por falta de financiación, se han ido retrasando y se ha escogido otra opción o un alquiler.
Da igual quien sea el propietario final, si esta vivienda la ha adquirido un particular, una empresa, o un banco, el destino final de una vivienda es ser ocupada, que no okupada, y si el precio es alto, el vendedor tendrá que bajarlo, hasta que se pueda adquirir, o bien tendrá que ponerla en alquiler. Porque, no nos engañemos, un inmueble vacío se deteriora, se estropea, pierde valor y es un comedero de gastos mínimos, como luz, agua, y otros servicios, además de tener que abonar su IBI e impuestos, esté o no utilizándose.
LOS OKUPAS
Me cuenta un familiar que hace unos años hubo, por unos días, un okupa en la Hiruela.
Si, parece mentira, pero un chaval que conocía el pueblo, enfadado o disgustado con su familia, se cogió el autobús y se coló en una de las viviendas de uso vacacional ó de alquiler rural.
Por lo visto los vecinos le corrieron a gorrazos.
El caso es que, sin defender en absoluto la violencia, parece que el destrozar el patrimonio ajeno, en este país, está poco penado.
EL MODUS OPERANDI
Hace unos meses contábamos el caso de un denunciado por varios casos de estafa en la construcción de piscinas, en la sierra norte de Madrid, pero también en Guadalajara, Toledo, y hasta en valencia, con un sistema de estafa casi de profesional.
En este caso les voy a ilustrar como se queda un inmueble una vez que se han ido estos okupas profesionales.
El caso que les traigo es el de un pueblo cercano a la sierra de Madrid, pero en la provincia de Guadalajara, propiedad de un banco. Un bloque de 27 viviendas, terminadas, relucientes, con su licencia de primera ocupación, con sus ascensores funcionando, completamente finalizadas y listas para la venta o el alquiler, como hacen muchas entidades bancarias, beneficiando además a los menores de 30 años.
Las fotos que aparecen a continuación hablan por sí solas:
Se han llevado los cables de la electricidad, los radiadores, las calderas, han destrozado los techos para llevarse las líneas de cobre de la preinstalación de aire acondicionado, han arrancado los grifos, las bañeras, los extintores, las tuberías de contraincendios, han arrancado y quemado el cableado de los ascensores, se han llevado las hojas de las ventanas, lo pomos de las puertas, han arrancado los armarios, telefonillos, los números de las puertas…
Y YO ME PREGUNTO, ¿POR QUÉ?
¿Es que este edificio no servía para nada?, ¿es que era necesario quemarlo, romperlo, triturarlo, destrozarlo?
Para la cifra del Producto Interior Bruto (PIB) cuenta igual el coste de construirlo, derribarlo, o repararlo, con todo el esfuerzo añadido que supone. Pero no nos engañemos, éste gasto, este PIB no nos hace más rico, nos hace inmensamente más pobres.
Todo el trabajo de albañiles, carpinteros, cerrajeros, fontaneros, electricistas, todo, se ha echado a perder. Puede que incluso estos oficios, por falta de pago, se hayan arruinado, pero, ¿no se les podría haber pagado con estas viviendas? ¿No se podría haber resuelto esa deuda con los alquileres?
Este edificio, destrozado, es una ruina, no vale para nada, sólo como palomar. |
Y no se equivoquen, este destrozo lo vamos a pagar todos, bien en el alquiler, por falta de oferta que baje los precios, en el diferencial de la hipoteca, en el precio del resto de viviendas en venta que quedan y cuyo precio aumenta, a menor oferta, mayor será el precio.
Por eso los pido, lo que estén junto a uno de estos edificios okupados, que denuncien, denuncien los ruídos, las broncas, los daños. Denuncien para que suba la tasa de denuncias, denuncien para que las estadísticas reflejen que existen delitos contra el patrimonio que se quedan sin esclarecer, que existen profesionales del destrozo, del daño, que no respetan el trabajo de otros muchos.
Denuncien porque no hay derecho a que se destroce el patrimonio propio o ajeno, porque no puede existir gente que se beneficie sin esfuerzo del trabajo ajeno, a base de la venta o la compra de artículos vandalizados, arrancados.
No se equivoquen, en una obra no entra un artículo sin sus papeles, sin su factura, sin su ficha técnica por delante. Así que, si estos materiales robados no entrarían en ninguna obra, ¿Dónde se están vendiendo? ¿Quién se está aprovechando?
Y para los que se quedan en la calle, existen numerosas ayudas y organismos a los que acudir, yo les recomiendo que colaboren con la labor de la FUNDACION RAIS (Red de Ayuda a la Inserción Social), de la Obra Social de la Fundación Cajamadrid, que dispone de inmuebles y lugares, para que el que se encuentra en la calle, se pueda reintegrar en la sociedad.
Santiago Durán García
Arquitecto Técnico (UPM)
MDI Máster En Dirección Inmobiliaria (UPM)
EEM Gestor Energético Europeo (UPM European Energy Manager)
M. 618.519.717
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