Seguimos repasando el patrimonio amenazado de desaparición en el municipio de Torrelaguna, algo que como veremos viene de lejos.
Como hemos escrito en los artículos anteriores, el riesgo de desaparición de este bien cultural tiene un carácter intencionado, se trata de una decisión política. No estamos ante un caso de riesgo de derrumbe inminente por su mal estado (como suele ser lo habitual), sino que estamos ante una demolición premeditada, programada y orquestada por la técnico del Ayuntamiento de Torrelaguna, doña Almudena Cabello Martín, la cual presentó un informe el 27 de enero de 2020 donde “se describe los daños en la edificación y el grave deterioro que sufre debido a la falta de conservación del mismo, reuniendo todos los requisitos para poder ser declarado como ruina física”.
La junta de gobierno local del Ayuntamiento de Torrelaguna aprobó en pleno incoar el expediente administrativo de ruina física, dando a los interesados un plazo de 10 días para alegaciones y sin ni siquiera plantear una consolidación urgente o una restauración provisional, como sería lo suyo en un edificio BIP, parte integrante del BIC Conjunto Histórico de Torrelaguna.
RELACIÓN DE ELEMENTOS SINGULARES QUE CORREN EL RIESGO DE DESAPARECER
El palacio del Marqués del Pozo o de Pimentel es un edificio que tiene relación directa con la casa nobiliaria de Pimentel, uno de los linajes de la alta nobleza más importantes de la Historia de España. En el centro de Valladolid encontramos el Palacio de Pimentel hoy sede de la Diputación Provincial, cuya estética nos recuerda ligeramente al de Torrelaguna y que han sabido recuperar con gran dignidad y acierto.
Como queremos resaltar el grave error que supone la pérdida intencionada de este bien patrimonial, con rasgos tipológicos y estilísticos muy singulares, procedemos a elaborar una relación detallada de los elementos que deberían estar protegidos a fin de tratar de paralizar así su demolición:
- Esquinazo pronunciado a modo de proa en la confluencia de las calles Estrella y Yedra, en ángulo agudo de aproximadamente 65º. Sin duda, uno de los esquinazos “enfáticos” más singulares de toda España.
2. Zócalo de sillares de gran tamaño, algunos con una soga de hasta 1 m, perfectamente labrados y escuadrados en piedra caliza (procedente de las prestigiosas canteras de la llamada Piedra de Redueña). Gracias a esta cimentación pétrea a base muros de medio metro de grosor el palacio no presenta riesgos en su estabilidad.
3. Rejería antigua de forja hecha a mano original del siglo XVIII en los vanos de la planta baja y ventana de la buhardilla.
4. Decoración de estuco blanco a modo de alfiz sobre los balcones, así como de línea de imposta en la división de la planta baja y planta principal; y pilastra jónica estriada justo en la zona del esquinazo. Todo ello fruto de la reforma acometida a finales del siglo XIX por los Marqueses de Torrelaguna; en combinación con un revoco en tono siena muy italianizante.
5. Alero sobresaliente muy pronunciado conformado por ménsulas de madera tallada en perfil de pecho paloma. Se conservan absolutamente todos y sin apenas daño alguno. Es muy poco corriente encontrar un alero de carácter montañés dentro de la Comunidad de Madrid, por ser más típico de las casonas y palacios de la arquitectura tradicional cántabra.
6. Limatesa de teja de la cubierta del lado oeste en recorrido curvo (cóncavo), un detalle tipológico que le otorga al palacio una cierta estética oriental.
7. Fachada principal con 5 balcones tipo mirador con gran altura, muy señoriales, armonizados con balconadas de volutas y barrotes de forja del siglo XIX, así como de contraventanas de lamas de madera originales de la misma época. La planta noble es el doble de alta que la planta baja (cuyos orígenes están en el siglo XVII o XVIII).
8. Grandes salas ricas y salones en la crujía principal, situadas en la planta noble que miran hacia la calle La Estrella, con estancias palaciegas cuyos techos pueden superar los 3 metros y medio de altura.
Es aquí es donde se conservan los «gabinetes ochavados decorados con papeles pintados de la Época de Fernando VI (1746-1759) conteniendo motivos de la flora americana».
El uso de estampados o papeles pintados en la segunda mitad del siglo XVIII lo encontramos en otros palacios coetáneos, como el Palacio de Aranjuez, Quinta del Pardo, o la Casa Palacio de Jovellanos en Jadraque.
Que Torrelaguna tenga un palacio con esta técnica, hace que sea algo totalmente excepcional y escaso en la Comunidad de Madrid, y por supuesto, algo digno de ser estudiado y conservado.
Como no hemos podido acceder para comprobar in situ cómo son, he aquí algunos ejemplos similares a la descripción, para hacernos una idea:
9. En su interior se conservan las puertas originales de acceso a las diferentes estancias, la gran mayoría recuperables y en magnífico estado. Muchas de ellas son auténticas joyas, realizadas a base de casetones de madera de estilo barroco castellano de los siglos XVIII y XIX.
10. Pilares a base de pies derechos de madera estilizados con esquinas ochavadas y zapata en perfil de pecho paloma, así como basamento cúbico de piedra caliza, que se conservan en perfecto estado en las plantas bajas del edificio, algo que la técnico del ayuntamiento tampoco ha querido tener en cuenta.
11. Planta sótano con BODEGA ABOVEDADA, compuesta por dos bóvedas de cañón paralelas entre sí, de fábrica de mampostería de piedra caliza. De esta antigua bodega se conservan además varias TINAJAS originales dispersas por varias estancias del inmueble (Ver foto anterior). Como no tenemos fotografía, mostramos aquí un sencillo esquema de la sección:
12. Al menos 3 de los vanos de la planta baja conservan aún decoración pintada sobre el revoco con la técnica barroca del TRAMPATOJO, simulando sillares de portada típicamente neoclásica.
SI SE LLEVA A CABO EL DERRIBO POR PARTE DEL AYUNTAMIENTO DE TORRELAGUNA TODOS ESTOS ELEMENTOS COREN EL RIESGO DE DESAPARACER PARA SIEMPRE.
Mostramos esta relación de elementos singulares de manera minuciosa y descriptiva a modo de informe técnico improvisado, para evaluar de manera rigurosa el valor histórico-artístico del inmueble, algo que echamos muy en falta por parte de la técnico municipal del ayuntamiento, que se ha centrado solo en la idea de incitar su derribo.
Desde aquí denunciamos esta situación y en un próximo artículo los antecedentes que nos llevan a pensar que este destrozo del patrimonio de los habitantes de Torrelaguna no es un hecho aislado.
Autores: Juan Ramón Arcos Conde
Especialista En Patrimonio Arquitectónico
Santiago Durán García
Arquitecto Técnico (UPM)
MDI Máster En Dirección Inmobiliaria (UPM)
EEM Gestor Energético Europeo (UPM European Energy Manager)
M. 618.519.717
www.sduran.es /santiagodurangarcia@gmail.com /LinkedIn Santiago Durán.