La Decisión de cambiar de ventanas para mejorar la eficiencia energética parece una de las más razonables y lógicas. Las fachadas de un edificio suponen del orden de un 40% del gasto de energía y desde este punto de vista, las ventanas son su parte más débil.
Como nos decían a los alumnos de la escuela de aparejadores: “el peor muro es mejor que la mejor ventana”. Sin embargo, para iluminarnos, para tener el mejor cuadro en el paisaje de la sierra o para tener la libertad de mirar a lo lejos, las ventanas se han multiplicado y ampliado en nuestras construcciones, a diferencia de las casas en piedra y madera que todavía quedan en nuestros pueblos, con las ventanas reducidas a la mínima expresión.
En el presente artículo vamos a dar unas pautas a considerar a la hora de elegir el material, (aluminio, pvc, madera…), cristales (de múltiples características y tipos) y otras consideraciones a la hora de decidirnos a cambiar nuestras ventanas
MATERIAL DEL MARCO:
Dentro de los materiales para confeccionar nuestras ventanas tenemos principalmente cuatro tipos.
La Madera, material natural y reciclable, que requiere un mantenimiento importante y al que le suelen afectar en peor medida los cambios no de temperatura, si no de humedad, como se dan habitualmente en el centro de la península, con primaveras y otoños húmedos e inviernos y veranos secos, lo que nos lleva a un mantenimiento casi anual. Hoy en día es un lujo al alcance de muy pocos, y esto se debe especialmente al elevado coste en maderas nobles y al mantenimiento constante de que requieren estas ventanas para lucir siempre impecables.
El PVC, material que ha evolucionado en los últimos años en cuanto a prestaciones y durabilidad, con ciertas reservas en cuanto a su ecología debido a la generación de productos tóxicos durante su fabricación, y que compite fundamentalmente en precio, con una duración mayor que la de la madera e inferior al aluminio, y con posibles cambios de color con el paso de los años.
El Aluminio, material reciclable al 100%, que con las recientes series con rotura del puente término (RPT) ha conseguido eliminar la desagradable sensación de “pared fría” ya que la doble hoja de aluminio separada por un material plástico consigue que al tocar la ventana la cara interior se encuentre casi a la temperatura de confort interior, no a la exterior, como sucedía antiguamente. Además, de todos los materiales es el que requiere un mantenimiento casi nulo. La infinidad de acabados, incluso imitando a la madera con unos incrementos de un 30% del precio, y el brillo que refleja su perfilería son aspectos a tener en cuenta si nos preocupa la belleza de los acabados. En caso de que decida escoger la carpintería de aluminio, es aconsejable que elija el aluminio con puente térmico.
El Acero, que tiene como ventaja su gran resistencia y la reducida sección de las ventanas, de forma que obtenemos más cristal y menos marco, pero con una transmisión térmica muy alta, mantenimiento y un pobre aislamiento. Se utiliza donde los requisitos de confort térmico no son importantes, ya que el marco si se encuentra a la temperatura del exterior, y habitualmente produce condensaciones (las ventanas “lloran” en invierno).
¿Cómo COMPARARLOS?
El valor para comprarlos es la transmitancia, que indica “el aislamiento de marco o vidrio”, este valor (U) para el marco y el vidrio es un valor absoluto, que no tiene discusión ni interpretación. A veces el valor U de la serie se da como la U de una ventana determinada, en este caso hay que tener en cuenta la U del cristal y también las dimensiones de la ventana, para poder hacer la comparación correctamente. No hay que olvidar que la ventana se compone de marco y vidrio, por lo que habrá que considerar ambos materiales y características.
EL VIDRIO
El Vidrio es entre el 50-60 % del aislamiento completo de la ventana, no hay que olvidar que ocupa el 80 al 85% de la superficie de la ventana. A continuación se reflejan los valores de transmitancia de los vidrios desde el sencillo hasta el más avanzado (también más caro).
Lo habitual suele ser utilizar un doble vidrio tipo climalit (marca comercial, existen innumerables) con cámara de 12-14 mm. (aumentar la cámara no mejora de manera significativa el aislamiento)
Si tratamos una o ambas caras interiores en un doble acristalamiento con una fina capa de óxidos metálicos lograremos mejorar significativamente la capacidad de aislamiento térmico del conjunto acristalado. A este tipo de acristalamiento se le conoce como vidrio bajo emisivo, y merece la pena cuando se tienen grandes superficies de vidrio o en orientaciones sur u oeste sin ninguna protección contra el sol, como cornisas o voladizos.
Como ejemplo, una serie con una U de marco=3,5 W/m2K, puede dar una U de ventana de 3,20 W/m2K con un vidrio (4/14/4) de U=2,8 W/m2K y de medidas 820×2100 de 1 hoja, y con un vidrio (4/14/4BE) de U=1,7 y medidas 1600×2100 2 hojas la U ventana=2,33 W/m2K.
Como pueden variar las características de marco (el PCV tiene un porcentaje mayor) y vidrio en función del tipo y tamaño de ventana hay que hacer el número para cada tipo de solución, y compararla con su precio, por supuesto.
TIPOS DE APERTURA
Uno de los puntos más importantes es el tipo de apertura. De todos es sabido que, salvo en las versiones más caras, las ventanas correderas son malas aislantes en cuento a infiltraciones de aire y ruido, otro punto a considerar.
Las ventanas abatibles, oscilobatientes y oscilantes suelen ser las más estancas y los tipos como basculantes o guillotina no son habituales en estas latitudes.
Persiana y Cajón de persiana
Otro de los principales puntos de fuga de calor es la caja donde se enrolla la persiana. Una forma de evitar la pérdida es aislando el cajón en su cara interior de la caja, y además debemos considerar el aislamiento adicional que nos proporcionan las lamas de aluminio con aislamiento proyectado en su interior, cuando están cerradas por completo, creando una cámara de aire aislada. Actualmente las ventanas se montan junto con la persiana en disposición llamada “monoblock”, resultando un conjunto completo y aislado. También es importante que las guías de la persiana tengan la RPT en caso de aluminio.
En las puertas que dan al exterior se pueden instalar también burletes y juntas para la parte interior de los perfiles, de esta manera evitamos la entrada de aire del exterior.
INSTALACIÓN
La instalación de las ventanas de forma correcta es esencial para asegurar la estanquidad y aislamiento entre éstas y el muro. Una buena instalación ayuda a reducir la demanda de energía y aumenta el confort interior ya que se eliminan las infiltraciones no deseadas y se reducen al mínimo los puentes térmicos.
Podemos definir un puente térmico como, cualquier zona puntual o lineal de la envolvente edificatoria donde se producen discontinuidades en la capa de aislamiento térmico.
Un puente térmico es una zona por donde la temperatura, fría o caliente, se transmite con cierta facilidad, debido a la naturaleza (conductividad) del material o el espesor del mismo, pudiendo incluso provocar los siguientes defectos:.
- Falta de estanquidad al aire.
- Permeabilidad al agua.
- Falta de aislamiento acústico.
- Problemas de condensación, formación de humedades y hongos, etc.
Los puentes térmicos más habituales, pueden incluso verse a través de cámaras termográficas, que nos muestran las temperaturas con colores y por tanto las “fugas” de calor de nuestras viviendas, son a través del capialzado o cajón de la persiana, los bordes de la ventana y el marco y los propios perfiles de la ventana.
NORMATIVA
Aunque a algunos les produce urticaria, la normativa está para cumplirla, y para darnos los valores límite que no podemos sobrepasar en función del área geográfica en que nos encontremos. Por ejemplo, con los valores habituales de las ventanas correderas éstas no pueden colocarse en la zona centro de la península, sólo en canarias y zonas de costa, por los bajos valores de aislamiento que proporcionan.
Así, también en función de la altura aumentan los valores de exigencia en cuanto al aislamiento necesario en las ventanas, como puede observarse en la tabla siguiente, en Madrid los condicionantes pueden pasar de D1 a E1 en las zonas de la sierra norte.
También camban los valores exigibles a las ventanas en cuanto a la permeabilidad, es decir, las filtraciones de aire que permiten, y que aumenta según el clima es más extremo.
Santiago Durán García
Arquitecto Técnico (UPM)
MDI Máster En Dirección Inmobiliaria (UPM)
EEM Gestor Energético Europeo (UPM European Energy Manager)
T/f 918.433.646 M. 618.519.717
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