Puede que el agua de nuestra sierra norte de Madrid además de estar muy rica sea también sanísima, pero quizás no lo sean tanto algunas de las conducciones que nos la llevan directamente al grifo, especialmente si esas conducciones tienen algunos años ó están realizadas en materiales que actualmente no están autorizados para el suministro de agua potable.
Hoy hablaremos especialmente DEL HIERRO Y PLOMO, aunque haremos una mención también a las instalaciones de cobre, material que se ha utilizado profusamente en edificación y se sigue utilizando en la actualidad.
Las tuberías se erosionan, esto no es ninguna novedad, todas las instalaciones tienen un periodo de vida tras el cual el número de averías se va incrementando exponencialmente hasta hacer que en muy poco tiempo sea necesario el cambio completo de una instalación, una caldera, ó cualquier máquina. Por eso resulta tan extraño ver coches con 30 años de antigüedad, aunque lo raro es que no extrañe ver una vivienda a la que en 30 años no se le ha renovado ninguna instalación.
A continuación, pasamos a analizar los daños o lesiones más habituales en las tuberías de suministro de agua:
LESIONES FISICAS
Las lesiones físicas son aquellas producidas por acciones físicas en los tramos de tuberías, pueden ser originadas por: erosión de las tuberías, rotura por fatiga del material ó cavitación.
EROSIÓN DE LAS TUBERÍAS POR EL AGUA
Son debidas a los arrastres de material por las altas velocidades y turbulencias del líquido en el interior de las tuberías. Aparecen después de la curvatura y estrechamiento o ensanchamiento donde suelen producirse adelgazamientos del material, ya que después de los codos se producen altas velocidades y turbulencias. En estos puntos la capa de protección es arrastrada progresivamente dejando al descubierto el material primitivo, que se somete a una nueva oxidación, con el adelgazamiento progresivo de las paredes del tubo.
FISURAS POR FATIGA
En los tubos de las instalaciones, aparecen a veces junto con los fenómenos de corrosión, erosiones y causas de lesiones puramente mecánicas. Es el caso de la formación de grietas por fatiga del material, debido al constante movimiento del tubo. Esto se produce por el uso continuo o la edad del material, por el cierre o apertura rápida de una válvula o grifo, el arranque o parada de una bomba, causando una serie de choques violentos contra las paredes de la tubería. Se detecta por un intenso martilleo o trepidación, especialmente si las tuberías no están firmemente ancladas.
CAVITACIÓN
La cavitación o aspiración en vacío es un efecto que se produce cuando el agua pasa a gran velocidad por una arista afilada. Las picaduras causadas por el colapso de las cavidades producen un desgaste en los diferentes componentes y pueden acortar enormemente la vida de las instalaciones y bombas.
LESIONES QUIMICAS
Son aquellas producidas por acciones químicas de determinadas sustancias que atacan a las tuberías. Son las lesiones más habituales, y menos predecibles, aunque la solución a las mismas suele ser sencilla. Dentro de estas lesiones químicas encontramos:
CORROSIÓN
Por el par galvánico, cuando existe contacto entre dos metales distintos. Suele ocurrir en uniones de tubos de hierro, o de acero galvanizado, con tubos de cobre, incluso aunque se introduzcan manguitos aislantes. Si se unen dos metales diferentes en presencia de humedad se produce una electrolisis, en que los átomos del metal que menos electrones tiene, se los roba al que más tiene, quedando este último desprotegido. Es un tipo de corrosión propio de la conexión de tuberías de hierro o acero galvanizado con cobre, y en reparaciones de instalaciones de acero, acelera considerablemente la corrosión de las tuberías existentes. Si ha cambiado un tramo de tubería de acero a cobre, váyase preparando por que el deterioro en el resto de la instalación de acero irá en aumento cada vez más rápido.
Al unir ambas conducciones, se forma un par galvánico; donde el cobre es el metal mas fuerte eléctricamente hablando y actúa sacrificando al hierro, formando un tapón de óxido en la unión de ambos, con el consabido deterioro del hierro.
Si existe presencia de algas o lodos es conveniente instalar filtros adecuados que eviten el paso de dichas sustancias.
En previsión de evitar un par galvánico, hay que procurar utilizar sólo un metal en la conducción. Esta una lesión que obviamente no aparece con polietileno o polipropileno.
Si resulta imposible eliminar totalmente la tubería de hierro, se puede instalar entre los dos metales un manguito electrolítico. Aún poniendo el manguito de polietileno también se produce una corrosión por electrolisis, ya que a través del agua siguen circulando los electrones.
AGREGACIÓN O DEPÓSITO INTERNO DE MATERIAS EXTRAÑAS
Se produce por el depósito de incrustaciones de óxidos metálicos de las propias tuberías (de hierro, de plomo o de cobre): producidas por la acción corrosiva del agua. En ocasiones la cal del agua, el CO3Ca, se mezcla con óxidos de hierro dándole un color característico que acaba apareciendo en los grifos y manchando bañeras y lavabos, y que sirve como indicio del problema.
Ante la existencia de aguas duras, es más conveniente utilizar conducciones de paredes lisas, con una rugosidad mínima, como son las tuberías de polietileno o polipropileno, que eviten la adherencia del carbonato de calcio. También es conveniente utilizar filtros para retener los posibles depósitos que puedan obstruir las conducciones.
LESIONES CONSTRUCTIVAS
Son aquellas que generan las lesiones de las conducciones sobre otros puntos, provocadas por una lesión anterior de la propia tubería. Para repararla, siempre hay que actuar previamente sobre la patología inicial. Las más comunes son:
HUMEDADES
Que pueden causar las siguientes lesiones:
- Manchas de humedad en paredes y techos: destrucción de enlucidos, revocos y enfoscados.
- Desprendimientos de partes dañadas por falta de adherencia: paramentos y cielos rasos con humedades.
- Síntomas de disgregación superficial en morteros.
- Saturación de la fábrica de ladrillo.
- Aparición de eflorescencias por el transporte de sales desde el interior de los elementos lesionados a la superficie.
- Putrefacción de la carpintería de madera.
Ante la aparición de humedades accidentales provocadas por roturas o filtraciones de tuberías, la solución es detectar el punto de fuga y reparar el tramo de conducto dañado. Una vez reparada la tubería, según la patología que tenga, se procede a enfoscar, enlucir y pintar el paramento.
DAÑOS EN ALBAÑILERÍA
Las conducciones de agua trazadas en una roza pueden dañar el tabique donde se aloja, si éste no dispone del espesor suficiente para albergar la sección de la tubería. Es frecuente en tabiques de ladrillo hueco sencillo, que albergan tuberías de metal. Es siempre conveniente utilizar el ladrillo hueco doble o los tabiques de cartón-yeso, que permiten el trazado de conducciones sin que el tabique pierda resistencia.
BIBLIOGRAFIA
Lesiones en instalaciones de Fontanería y Saneamiento. Colegio de Aparejadores de Madrid
Santiago Durán García
Arquitecto Técnico (UPM)
MDI Máster En Dirección Inmobiliaria (UPM)
EEM Gestor Energético Europeo (UPM European Energy Manager)
T/f 918.433.646 M. 618.519.717
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